Si estás visitando las Rías Altas y más concretamente la comarca de la Mariña Lucense, Viveiro es una parada indispensable. Es un destino en el que podrás disfrutar de naturaleza, posee unas playas muy bonitas, y a la vez disfrutarás de la historia, ya que la villa cuenta con un legado medieval con 900 años de historia, que podrás conocer visitando su casco histórico.

Viveiro es una destino que puedes recorrer fácilmente en un día, pero puedes combinarlo con otras poblaciones de la zona como Mondoñedo, Foz, Ribadeo, o la playa de las Catedrales entre otros muchos.

Ubicación

Viveiro se encuentra en el norte de la provincia gallega de Lugo. Pertenece a la comarca de “A Mariña Lucense” y a las llamadas Rías Altas.

Hórreo típico gallego, situado en el monte de San Roque

Dónde aparcar

Hay un enorme parking gratuito en la zona del puerto, junto a la estación de autobuses. Os lo dejo marcado en el mapa en color morado.

Capilla de San Roque, situada en el Monte San Roque

Mapa con todos los puntos de interés

Qué ver

Puerta de Carlos V o Castelo da Ponte

Puerta de Carlos V

Comenzó a construirse en 1548, sustituyendo a otra más antigua, es obra de Pedro Poderoso. De carácter conmemorativo se erigió como homenaje al emperador Carlos V, por eximir de tributos a Viveiro, mientras no fuese reconstruido, debido al incendio de 1540. La puerta presenta tres cuerpos diferenciados, en el primero se abre un espectacular arco de medio punto con los escudos de Galicia y Viveiro. En el segundo cuerpo destaca el gran escudo imperial coronado con el busto del emperador, flanqueado por cuatro medallones que representan a los linajes fundadores de la villa. El conjunto termina con una artística cornisa, parapeto, troneras y almenas decoradas. (BIC y Monumento Histórico).

Puente Mayor

Puente Mayor o de la Misericordia

También llamado puente de la Misericordia. Es de gran longitud, sabemos de su existencia documental en el 1.225, aunque su reconstrucción comenzó en el año 1.462 durante el reinado de Enrique IV y terminó en 1.544 bajo el mandato de Carlos V. Actualmente conserva visibles nueve arcos, de los doce iniciales, debido a los sucesivos ensanches y modificaciones posteriores, que alteraron su aspecto primitivo. Sirvió como embarcadero o para las labores de carga y descarga a través de un “guindaste”. En él se encuentra la llamada “Cruz do Rollo” y al final del mismo, la Capilla del Ecce Homo y el Pazo de la Misericordia.  

Convento de San Francisco

Convento e iglesia de San Francisco

El Convento e Iglesia de San Francisco está situado en el extramuros del antiguo recinto amurallado, perteneció a los franciscanos y se cree que fue fundado en el 1.219. El claustro aún conserva dos hermosísimos arcos románicos del trazado primitivo, el actual de dos pisos, es obra de Diego Ibáñez Pacheco (1.645).

La Iglesia (siglo XIV) es de estilo ojival en su ábside, brazos del crucero y diferentes detalles en la nave. En la fachada principal presenta dos arcosolios que fueron las primitivas entradas a las capillas de San Luís, obispo de Tolosa, patrón del gremio de los marineros y San Juan Bautista (con pinturas murales del gótico lineal, siglo XV).

Iglesia de Santa María

Iglesia de Santa María

Iglesia románica del siglo XII de planta basilical, con tres naves, tres fachadas y ábside de tramo recto. Sobre el tímpano interior de la fachada norte está el artístico grupo escultórico de la Piedad (siglo XVI), procedente de la derribada Puerta de las Angustias, al fondo de la nave curiosa pila bautismal con relieves bíblicos.

Destacan las capillas de San Gregorio (1.468), de estilo ojival, con arcosolios sepulcrales de los fundadores y la Capilla de la Virgen del Rosario (siglo XVIII), con retablo barroco, talla de la Virgen del Rosario (siglo XVI) y un Cristo articulado (siglo XVI).

El ábside presenta una curiosa serie simbólica de canecillos relativos a la lujuria y a los pecados capitales.

Iglesia de Santa María, fachada delantera

Convento de las Concepcionistas

Fachada principal del convento de las Concepcionistas

Edificado en 1.725 por testamento de M.ª de las Alas Pumariño y regido por religiosas concepcionistas de clausura. Destaca la portada y portalón de acceso al convento, en cuyo torno se puede encargar repostería. En su interior existe un gran claustro de tres pisos con arcos en la planta baja (siglo XVIII).

Convento de las Concepcionistas

La Gruta de Lourdes

Gruta de Lourdes

Es una recreación de la francesa en honor a la Virgen, fue construida en 1.925. Llaman la atención los numerosos exvotos de cera ofrecidos en agradecimiento por la curación de dolencias de personas y animales.

Puerta do Valado

Puerta do Valado y Calexa das Monxas

La Puerta “do Valado” y la “Calexa das Monxas” forman un único conjunto.

La Calexa das Monxas separa la huerta conventual de las concepcionistas, donde estuvo la antigua capilla de S. Martiño de Rúa Cuberta, del pazo urbano de los Sotelo Valledor.

La “Porta do Valado” es una de las seis antiguas puertas medievales que tenía la población, actualmente solo existen tres, al lado de la misma se encuentra el lienzo de la muralla mejor conservado de la localidad, además, de importantes restos arqueológicos medievales.

Puerta Da Vila

Puerta da Vila

Sencillo arco de medio punto con bóveda de cañón, que servía de entrada por el llamado Camino Real. Conserva la inscripción epigráfica, en piedra, más antigua de Viveiro.

Interiormente, sobre la puerta conserva un moderno camarín de madera con el grupo escultórico del Cristo del Amparo. Próxima a esta puerta se encuentra la Fonte del Cadalso (siglo XVII), que estaba enfrente del cenobio del Santo Domingo, demolido en 1851.

Camarín con el grupo escultórico del Cristo del Amparo

Plaza Mayor

Plaza Mayor y estatua de Nicomedes Pastor Díaz

Conformada por  distintas edificaciones eclécticas que tienen en común elementos constructivos de la arquitectura norteña: cubiertas de pizarra, balconadas con forjados, galerías acristaladas y paramentos de granito o mampostería. 

Sufrió diversas modificaciones a lo largo del tiempo, al derruirse la parroquia de Santiago (1840), el rollo y picota, la Cárcel y Casa de los Corregidores (1874). Posteriormente, aumentó de perímetro y se construyeron dos cantones: el de arriba (Das Zocas) y el de Abajo (antiguo Canto de Santiago). A partir de 1.891 se erigió la estatua del literato y político Nicomedes Pastor Díaz, obra del catalán J. Campeny, recientemente ubicada en otro lugar de la plaza.

Edificios de arquitectura tradicional con sus galerías acristaladas, situados en la Plaza Mayor

Restos de la muralla

Restos de la muralla

En la zona de A Ribeira hay unas ventanas arqueológicas donde se pueden ver dos tramos de la antigua muralla que llegaban, a la ya desaparecida, puerta de San Antonio.

Playa de Covas

Playa de Covas

Playa de arena blanca, con oleaje tranquilo, en forma de concha. Es el arenal urbano del término municipal de Viveiro.

La Playa de Covas está dotada con todas las comodidades, está complementada por un vistoso paseo marítimo, que delimita la playa y separa el arenal y las dunas de un amplio parque.

En el extremo oeste de la misma presenta curiosas formaciones de tipo pizarroso, que se les conoce como “Castelos”, allí se encuentra el monumento dedicado en recuerdo de los náufragos de la escuadra cántabra, en especial del Bergantín Palomo y la Fragata Magdalena , hundidos en la ría, por el temporal, el 2 de noviembre de 1810.

Monte de San Roque

Desde el Monte de San Roque se puede disfrutar de la vista turística más conocida de Viveiro. A 353 m. sobre el nivel del mar, permite tener una magnífica vista panorámica de la ría, el estuario del río Landro y el puerto de Celeiro.

Banco muy “instagrameable” con las mejores vistas a Viveiro y la ría

En la cima se encuentra una magnífica área recreativa, una reserva natural de fauna (gamos, ponis, burros y ñandúes) y la capilla dedicada al copatrono de Viveiro, San Roque, por librarlo de “peste y males”, durante la Baja Edad Media.

Capilla de San Roque

A escasos metros de la capilla, entre unos peñascos, está la cueva coronada por una cruz, donde según cuenta la tradición se apareció el santo de “Montpellier”.

Cueva del Santo