El occidente astur es una zona poco conocida turísticamente y es una pena, ya que guarda grandes tesoros. En pleno Parque Histórico del Navia encontramos joyas como el Castro de Coaña, el que quizás sea el castro mejor conservado y más grande de la comunidad, aunque no es el único, el Parque Histórico del Navia cuenta con otros castros como el Castro de Pendia, el Castro del Chao Samartín o el Castro de Cabo Blanco entre otros. Si os gusta tanto como a mi la historia, el arte y conocer lugares curiosos, seguid leyendo.

Ubicación

El castro de Coaña se localiza en el occidente astur, en la localidad de Villacondide, perteneciente al concejo de Coaña, en el Principado de Asturias, España.

Cómo llegar al Castro de Coaña

Desde Oviedo por la A-66 en dirección Avilés, continuar por la E-70 Autovía del Cantábrico hasta Navia, tomar en la margen occidental del río Navia la carretera AS-12 en dirección a Boal. En 6 km desvío hacia el conjunto arqueológico.

Cuidado al poner en el GPS castro de Coaña porque os dejará en mitad de la carretera. Os dejo por aquí las coordenadas exactas. ETRS89 X: 681.975 Y: 4.819.739

¿Qué es un castro?

Los castros fueron aldeas fortificadas que concentraron la población de estas comarcas durante los siglos anteriores a su conquista por Roma (29-19 a.C.). Bajo dominio imperial mantuvieron una ocupación importante como consecuencia del interés imperial por las minas de oro tan abundantes en las montañas de la Asturias occidental.

Historia del Castro de Coaña

El Castelón de Coaña es el más popular de cuantos castros se conocen en Asturias gracias a lo temprano de su descubrimiento y a la gran superficie excavada a lo largo de casi doscientos años de intervenciones arqueológicas. Al igual que buena parte de los castros de la región, éste era conocido desde antiguo. Las referencias literarias con alusión a las ruinas y a su posible origen se remontan a comienzos del siglo XIX. Desde entonces ha sido objeto de intervenciones esporádicas que, con mayor o menor fortuna, han contribuido a modelar su aspecto actual y convertirlo en el paradigma iconográfico del poblado fortificado de la Edad del Hierro.

Las primeras excavaciones documentadas con cierto rigor fueron las de José María Flórez en 1877, de cuya obra se deduce la intervención en una veintena larga de construcciones y el reconocimiento superficial de algunas otras. Ya en este siglo Antonio García y Bellido y Juan Uría retomaron la investigación que prolongan su actividad en Coaña entre los años 1940 y 1944. En 1959 es Francisco Jordá quien inicia nuevas exploraciones que se prolongarán hasta 1961 cuando el yacimiento adquiere un aspecto muy similar al que presenta en la actualidad. En las dos últimas décadas, el Principado de Asturias ha patrocinado diversas intervenciones destinadas a mejorar el conocimiento y calidad de la visita al yacimiento.

La visita al Castro de Coaña

El castro se construyó sobre una pequeña colina y delimitado por una gruesa muralla a la que precede en todo su perímetro un foso excavado en la roca y hoy oculto bajo la ruina de los antiguos muros. Hasta tiempos recientes se consideró que la fundación del poblado se había producido durante el siglo I d.C., ya bajo dominio romano, precisamente con la intención de albergar a individuos vinculados con la explotación del oro. Sin embargo, las excavaciones más recientes han demostrado que su creación es mucho más antigua, remontándose, cuando menos, al siglo IV a.C., es decir unos 400 años antes de su conquista por parte de Roma.

En la actualidad pueden visitarse más de ochenta construcciones totalmente excavadas que proporcionan una imagen muy precisa de la organización urbanística de los poblados castreños y de su evolución hasta época imperial.

El Recinto Sacro destaca como el núcleo más singular de este poblado, ubicado al pie de la Acrópolis en una terraza que domina el acceso. Las ruinas incluyen dos edificios similares de épocas sucesivas, caracterizados por sus cámaras abovedadas, cabeceras semicirculares, hornos, canales excavados y una gran tina de granito. Exclusivos de los castros del noroeste de la Península Ibérica, estos edificios fueron considerados hornos crematorios durante mucho tiempo, aunque hoy se les reconoce como saunas rituales que datan del siglo IV a.C. y que perduraron, con modificaciones, hasta el siglo I d.C.

También son notables las murallas y cuerpos de guardia que protegen la entrada al poblado, además de varias cabañas de planta circular, oblonga y rectangular. Algunas conservan bancos y mobiliario doméstico, como molinos circulares y piedras con cazoletas, típicas de los castros del valle del Navia y usadas como morteros.

Información para la visita

Tarifas

  • Entrada general 3,13 €
  • Entrada reducida (niños de 7 a 12 años, personas mayores de 65 años y miembros de familia numerosa) 1,62 €
  • Entrada gratuita MIÉRCOLES

Horarios

  • De miércoles a domingo de 10:30-16:30 h. Último acceso a las 16:00 h.
  • Cerrado lunes, martes, y los días 1 y 6 de enero, 8 de septiembre, 24, 25 y 31 de diciembre. 

Parking

Hay un amplio parking gratuito, situado en la entrada del conjunto.

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