Valladolid es una preciosa ciudad, capital de la comunidad autónoma de Castilla y León. Repleta de espectaculares monumentos y con una amplia oferta museística y de ocio para todos los públicos. La ciudad es ideal para recorrer en un fin de semana, es cierto que si no entras a ningún museo ni monumento quizás te baste con sólo un día, pero mi recomendación es reservarle dos días.

Hacía años que le tenía ganas a esta ciudad, había estado de pequeña con el colegio y apenas recordaba nada… así que ha sido un placer poder recorrerla y conocerla a fondo. Quizás no sea la más visitada por los turistas, yo he ido en pleno puente de Mayo y he estado muy a gusto sin aglomeraciones, pero de verdad dadle una oportunidad porque alberga verdaderos tesoros. Por supuesto no puedo olvidarme de mencionar su gastronomía, Valladolid es tierra de vinos, de los mejores de España y también son famosas sus tapas.

No me entretengo mucho más y os dejo con una guía que he elaborado para hacer más fácil y cómoda vuestra visita a la ciudad.

Ubicación

Valladolid es la capital de la provincia homónima y de la comunidad autónoma de Castilla y León.

Cómo llegar

Valladolid es una ciudad muy bien comunicada, desde Oviedo se tardan 2 horas y 50 minutos aproximadamente en llegar. Se encuentra rodeada de una red de autovías, entre ellas la A6 que permite llegar a Madrid en dos horas.

Si decides utilizar el tren hay conexiones de alta velocidad con ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Alicante, Córdoba…

También cuenta con aeropuerto, situado en Villanubla, con conexión directa a Barcelona-El Prat.

Dónde aparcar

Como toda gran ciudad aparcar puede ser algo complicado. Mi recomendación es dejar el coche en alguno de los numerosos parkings de pago o bien escoger un alojamiento con parking, y así despreocuparos por completo, ya que para aparcar gratis tendrías que irte a las afueras de la ciudad.

Nosotros utilizamos el parking Colón (Paseo Filipinos, 1), situado junto al Campo Grande y a la estación de tren, las plazas son amplias, hay mucho sitio y los precios son bastante asequibles. Otro parking que utilizamos debido a su buena ubicación fue el Plaza Portugalete (Plaza de la Libertad, 5), situado junto a la catedral, eso si, cuidado con las plazas que son bastante estrechas y es difícil maniobrar. Os dejo ambos marcados en el mapa.

Qué ver

Plaza Mayor

Casa Consistorial

Tenemos ante nosotros la primera plaza mayor regular de España. Este espacio, reconstruido a instancias de Felipe II en el siglo XVI después de un incendio que arrasó la zona, ha sido modelo de otras plazas regulares, con soportales y cerradas. El color rojo que impera en fachadas y pavimento es un guiño a la tonalidad que tuvieron en aquella época. Otro eco de tiempos pasados son los huecos que encontrarás en los techos de algunos soportales, mirillas que usaban los talleres gremiales.

En el centro se encuentra la estatua del conde Pedro Ansúrez, repoblador e impulsor de la villa desde 1072.

Plaza Mayor

La plaza está presidida por una Casa Consistorial que contrasta con la estética medieval: se trata de un edificio de 1908, realizado por Enrique Repullés, que está considerado uno de los mejores ejemplos de la influencia de la École des Beaux-arts en España.

Plaza de Zorrilla

Academia de Caballería y “letronas” de Valladolid

La Plaza de Zorrilla es todo un símbolo de la ciudad de Valladolid rodeada del Campo Grande y de la Academia de Caballería. Está presidida por la escultura de José Zorrilla, una espectacular fuente cibernética y las “letronas” de Valladolid, (un punto de lo más fotogénico para llevarte una foto recuerdo de la ciudad).

De ella parte la avenida principal de la ciudad, además de confluir las calles de Santiago, de Miguel Íscar, de María de Molina, y la Acera de Recoletos.

Desde la Plaza se da acceso al principal parque de la Ciudad El Campo Grande, a través de la llamada Puerta de Marte.

Campo Grande

En pleno centro de la ciudad emerge el espacio verde de mayor significación histórica de la ciudad, el Campo Grande, que en otros tiempos fue conocido como Campo de la Verdad, Campo de Marte y Campo de la Feria.

Durante la Edad Media fue escenario de todo tipo de acontecimientos: duelos, justas, ejecuciones o revistas de tropas. En el siglo XVI se consolida como una de las principales entradas a la ciudad.

En el Campo Grande encontramos significativos elementos del romanticismo vegetal urbano, como un lago destinado a los paseos en barca, una cascada o una gruta decorada con estalactitas naturales.

En sus más de 115.000 metros cuadrados conviven casi 90 especies diferentes de árboles, arbustos y más de 30 especies de aves.

Destacan los pavos reales y las simpáticas ardillas así como tres pajareras: la Faisanera de 1914, el Palomar de 1932 perteneciente al Club Colombófilo de Castilla y la pajarera de los años 30.

A lo largo de los paseos del Parque se han instalado esculturas conmemorativas de personajes ilustres: Miguel Íscar, Rosa Chacel, Leopoldo Cano… así como fuentes monumentales: de la Fama y del Cisne, junto con un estanque con cascada.

Iglesia y monasterio de San Benito

Este monasterio fue el más importante de la orden benedictina.

El impresionante pórtico-fachada, obra de Rodrigo Gil de Hontañón en el siglo XVI, contaba con dos cuerpos más. La altura del templo era, sin duda, impactante; pero los problemas de estabilidad obligaron a desmontar parte del pórtico en el siglo XIX.

No obstante, las dimensiones de su fachada siguen impactando. Los enormes arcos están flanqueados con gigantescos pilares octogonales, que nos dan la bienvenida a un interior diáfano, amplio y que arroja sensación de verticalidad.

Iglesia y monasterio de San Benito

Las obras del monasterio se extendieron hasta bien entrado el siglo XVIII, por lo que se dan cita varios estilos arquitectónicos.

Tras la desamortización fue utilizado como cuartel hasta 1965. En la actualidad, parte del monasterio acoge oficinas del Ayuntamiento de Valladolid. Uno de los claustros más hermosos, mal llamado ‘herreriano’, ya que no responde al sello de Juan de Herrera, es sede del Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español, junto con la capilla de los condes de Fuensaldaña.

Palacio de Fabio Nelli – Museo de Valladolid

En 1576 Fabio Nelli de Espinosa, banquero vallisoletano hijo del acaudalado banquero sienés Alfonso Nelli, manda construir este palacio. El edificio se presenta como símbolo del poder, riqueza y cultura de su propietario, acorde a la idea renacentista de permanecer en la Historia. El resultado es un bello exponente de la arquitectura clasicista vallisoletana.

Juan González de la Lastra elabora los planos en 1576. La portada, obra de Pedro de Mazuecos en 1595, tiene motivos platerescos e introduce elementos de inspiración italiana: fachada simétrica con dos torres y acceso en el centro en línea con la entrada al patio. Las pretensiones del rico banquero quedaron plasmadas en el arco del triunfo romano que acoge la fachada, símbolo de poder, y en los motivos que representan la riqueza de su linaje (angelillos victoriosos, cestos con fruta, el dios del vino Baco o una máscara al gusto italiano). Sobre la portada se grabó la enigmática inscripción ‘Soli deo honor et gloria’ (Solo a Dios honor y gloria)

En 1967 se restauró el edificio para albergar las colecciones de Arqueología y Bellas Artes del Museo Arqueológico Provincial, hoy Museo de Valladolid.

Horarios

Desde octubre hasta junio:
De martes a sábado: de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas. Domingos y festivos: de 10:00 a 14:00 horas.
Desde julio hasta septiembre: de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas. Domingos y festivos: de 10:00 a 14:00 horas.
Cerrado: domingos por la tarde y lunes.

Tarifas

  • Adultos: 1 €
  • Mayores de 65, menores de 18, titulares del carnet joven o carnet de estudiante y desempleados: entrada gratuita.
  • Sábados y domingos: entrada gratuita.

Plaza del Viejo Coso

Entrada a la Plaza del Viejo Coso

Cerca de la plaza de Fabio Nelli estuvieron las casas del conde de Salinas que, una vez derribadas, dieron lugar a la Plaza de Toros vieja, construida en 1833. Fue, después, cuartel de la Guardia Civil. En la década de 1980 se rehabilitó para uso residencial; una intervención que mantuvo su peculiar planta octogonal y su esencia, transformando palcos en balcones que adoptaron la forma de ‘corralas’ en los pisos superiores.

Las viviendas con sus característicos balcones

Se accede a ella por las calles San Quirce y San Ignacio. Es una de las plazas más curiosas y bellas de la ciudad, en la que el tiempo y el ritmo de la vida urbana parecen detenerse. En su sosiego podemos admirar la fachada, los balconcillos y la vegetación.

Esta plaza, como zona residencial, es de uso privado a partir de las 22 horas. 

Catedral

Catedral de Nuestra Señora de la Asunción

La catedral de Nuestra Señora de la Asunción es uno de los edificios más emblemáticos de Valladolid, a pesar de que nunca llegó a completarse. La suya es una historia desafortunada que no pudo encarrilar ni el mismísimo Juan de Herrera, a cuyo diseño responde la mayor parte del templo.

Las ruinas adosadas son las de la antigua colegiata, edificio románico de la época del Conde Ansúrez. Como principal templo de la ciudad en aquel momento, fue escenario de importantes celebraciones e hitos históricos, como el enlace entre Alfonso X ‘El sabio’ y Violante de Aragón.

Ruinas de la Colegiata de Santa María la Mayor
Ruinas de la Colegiata de Santa María la Mayor

La construcción de la Catedral comenzó en 1527, bajo la dirección de Rodrigo Gil de Hontañón; sin embargo, cuando el arquitecto murió, cincuenta años después, apenas se había avanzado en la obra. Asumió, pocos años después, la dirección del proyecto Juan de Herrera -responsable, entre otros, de El Escorial-. En 1595, a instancias de Felipe II, el templo obtuvo el rango de Catedral. Dos años después fallecía Juan de Herrera. Se suceden varios proyectos y arquitectos -entre ellos, Diego de Praves-, pero los apuros económicos son una constante traba que impide la finalización de ninguno de ellos: en la actualidad, no está edificada ni la mitad del proyecto original.

La única torre que conserva la Catedral, pues la otra, gravemente dañada por el terremoto de Lisboa de 1755, terminó por derrumbarse casi cien años después, es de principios del siglo XX. En la actualidad, tanto el interior de la torre como su mirador, a setenta metros de altura, pueden visitarse gracias a un ascensor. Una visita que permite disfrutar de la mejor panorámica de Valladolid.

En su interior se aprecia la imponente magnitud y sobriedad del estilo herreriano. Alberga un museo de arte sacro con obras de Gregorio Fernández, Juan de Juni o Pedro de Ávila

La Antigua

La Iglesia de Santa María de la Antigua, conocida entre los vallisoletanos simplemente como ‘La Antigua’ se levanta sobre uno de los templos más vetustos de la ciudad, del que se habla en un documento del Cabildo de 1177. De esta primitiva iglesia, sin embargo, no se conserva nada.

Los elementos más antiguos son del siglo XIII. Se trata del pórtico norte y de la torre, esta última, una de las joyas del Románico de Castilla y León, que destaca por su esbeltez, ¡tan estrecha y soporta más de 55 metros de altura! El resto del templo, del siglo XIV, es ya de estilo gótico, con notables influencias de la catedral de Burgos.

Su interior, sobrio y sin ornamento, cede todo el protagonismo a las bóvedas de crucería. Aquí se encontró un retablo de Juan de Juni que en la actualidad se halla en la capilla mayor de la Catedral.

Plaza de la Universidad

La plaza de la Universidad fue anteriormente conocida como ‘Cuesta de las peñas’, por estar llena de peñascos, y, posteriormente hacia 1480, después de su arreglo, como ‘Plaza del Rollo’.

Debe su actual nombre al hermoso edificio que, custodiado por columnas rematadas con leones, es uno de los mejores ejemplos del Barroco civil español.

La Universidad y su impresionante fachada barroca

En su fachada intervienen maestros de la época, entre ellos, Alberto de Churriguera. Las estatuas que la adornan son alegorías de las Ciencias y las Letras: la Retórica y la Geometría junto a su puerta, el Derecho Canónico y el Derecho Civil sobre ellas y, en el cuerpo superior, sobre las columnas, la Astrología, la Medicina, la Filosofía y la Historia. Por encima de todas está representada la Sabiduría como una mujer con un libro y una pluma, pisando a la ignorancia, que aquí aparece como un niño con los ojos vendados.

En la fachada encontramos, también, estatuas de los reyes protectores de la universidad: Juan I, Alfonso VIII, Enrique III y Felipe II.

Plaza de la Universidad, escultura de Cervantes

En la plaza hay una estatua de Miguel de Cervantes, quien fue vecino de Valladolid en dos etapas de su vida: en su niñez y ya de adulto. Aquí consiguió los privilegios de impresión para la primera parte del Quijote y escribió varias novelas ejemplares.

Pasaje Gutiérrez

Ejemplo singular del pasaje comercial tan habitual en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX, al estilo parisino, el Pasaje Gutiérrez es una de las galerías comerciales más antiguas de nuestro país. Data de 1886 y fue construido a instancias del marchante Eusebio Gutiérrez.

La galería consta de dos tramos articulados en torno a una rotonda central con una cúpula acristalada, que deja pasar la luz natural. Bajo ella descansan las estatuas del dios del comercio, Mercurio, y de las Cuatro Estaciones.

La yesería, los suntuosos arcos, las pinturas de los techos que representan motivos como la agricultura o la industria…una decoración, que se mantiene muy fiel a su aspecto original, que parece sumergirnos en la época decimonónica.

Puedes acceder desde la calle Fray Luis de León y desde la plaza del Salvador.

San Pablo

La iglesia de San Pablo es el único vestigio del antiguo convento, fundado en 1276 y derruido durante la Guerra de la Independencia. Se extendía por el terreno que hoy ocupa el IES José Zorrilla y hasta la calle Rondilla de Santa Teresa (el arco de piedra que permanece en esta vía es ‘la puerta de los carros’, un acceso a la huerta del convento dominico).

Iglesia de San Pablo

La magnífica fachada, con un entresijo ornamental digno de admiración, es un auténtico retablo en piedra. Originalmente solo contaba con el cuerpo inferior (hasta el rosetón) y el frontón superior, que se separó y se elevó hasta su ubicación actual en el siglo XVII a instancia del Duque de Lerma, quien se procuró varios homenajes incluyendo su escudo en el cuerpo nuevo.

Palacio Real

Palacio Real

Fue, en su tiempo, el más suntuoso de los palacios de Valladolid. Construido a comienzos del siglo XVI por encargo del secretario del emperador Carlos V, formaba un ambicioso conjunto palaciego con el desaparecido Palacio de la Ribera (al otro lado del Pisuerga, en lo que hoy es el edificio Duque de Lerma). Contaba, además, con un ‘salón de saraos’ en la plaza de San Pablo, diseñado para acoger bailes y fiestas, con el que se comunicaba a través de un pasadizo aéreo.

Aquí residió Carlos V con la emperatriz Isabel. Desde que el nieto de los emperadores, el rey Felipe III, se lo comprase al duque de Lerma en 1601, se sucedieron los acontecimientos importantes, como el nacimiento del futuro Felipe IV o el matrimonio entre Carlos II y Mariana de Neoburgo. Fue residencia de importantes personalidades, como Santa Teresa de Jesús, Lord Wellington, Napoleón, José I, Amadeo de Saboya o Alfonso XII.

Palacio de Pimentel

Palacio de Pimentel

En el Palacio de Pimentel, situado en la plaza de San Pablo, nació el monarca Felipe II el 21 de mayo de 1527. Cuenta la tradición oral que el bebé fue sacado por una ventana para su bautizo en la vecina iglesia de San Pablo porque, se dice, que de haber salido por la puerta principal debería haber sido bautizado en la parroquia de San Martín.

En su exterior destaca una ventana del siglo XVI en la esquina que forma el palacio con la calle de las Angustias, rematada con un original arco agudo y una decoración acorde a los dictámenes del estilo plateresco que por aquel entonces comenzaba a ponerse de moda en Italia, con motivos oníricos y fantásticos, medallones y columnas.

Colegio de San Gregorio – Museo Nacional de Escultura

Hoy sede del Museo Nacional de Escultura, este Colegio de Teología fue impulsado por el fraile dominico Alonso de Burgos, el confesor personal de Isabel la Católica; y aquí fue enterrado, aunque su sepulcro desapareció durante la Guerra de la Independencia.

La condensada ornamentación de su fachada hispano flamenca, atribuida a Gil de Siloé, ha sido objeto de numerosas controversias interpretativas. Justo sobre la puerta se ve al fundador, fray Alonso de Burgos, haciendo una ofrenda a San Gregorio ante San Pablo y Santo Domingo. La flor de lis, emblema de este fraile, que quiso dejar su huella en el edificio; se repite hasta la saciedad en toda la fachada, pero también en el patio, en la escalera y en los artesonados originales que conservan las salas del museo.

Horarios

  • Martes a sábado: 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:30 horas.
  • Domingos y festivos: 10:00 a 14:00 horas.
  • Cerrado los lunes y los días 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 8 de septiembre, 24, 25 y 31 de diciembre.

Tarifas

  • Entrada general: 3 €
  • Entrada reducida: 1,50 €
  • Entrada gratuita: pensionistas, desempleados, menores de 18 años, mayores de 65 años. Los sábados de 16:00 a 19:30 y los domingos de 10:00 a 14:00 horas.

Casa de José Zorrilla

Entrada a la casa de José Zorrilla

En esta casa nació el poeta y dramaturgo José Zorrilla, autor del inmortal Don Juan Tenorio, un 21 de febrero de 1817. A su muerte, el Ayuntamiento de Valladolid adquirió el inmueble para honrar la memoria del escritor como casa-museo, en la que se exhiben sus objetos personales, como su escritorio, donados por su viuda. En este repositorio de recuerdos también figura la máscara funeraria que obtuvo de su rostro el escultor Aurelio Rodríguez y que empleó para el monumento de la plaza de Zorrilla.

En su interior, la Casa recrea a la perfección el ambiente romántico del siglo XIX. No dudes en asomarte a su magnífico jardín: es uno de los rincones más hermosos y recoletos de la ciudad, escenario habitual para inmortalizar las bodas que se realizan en los vecinos juzgados. La planta baja acoge una amplia biblioteca gracias a la labor del zorrillista Narciso Alonso Cortés.

Se puede visitar de martes a sábado, de 10 a 14 y de 17 a 20 horas y los domingos de 10 a 14 horas. Las visitas guiadas, totalmente gratuitas, salen cada media hora.

Playa del Pisuerga y Paseo de las Moreras

Playa fluvial del Pisuerga o de Las Moreras

También conocida como Playa de las Moreras por el paseo, del mismo nombre, que la limita; la playa del Pisuerga es zona de esparcimiento donde se pueden alquilar barcas o piraguas, disfrutar de un paseo fluvial a bordo de La Leyenda del Pisuerga y, en sus inmediaciones, practicar deporte o pasear bajo sus frescas zonas arboladas.

Un auténtico jardín plagado de de olmos, chopos, álamos blancos, sauces y fresnos que se convierte en un refugio del calor en la época estival por su agradable y fresca situación, gracias a la brisa que se disfruta junto al cauce del río. Además, en estos espacios de ribera se pueden ver patos, ocas o gansos.

Paseo de Las Moreras

Barco La Leyenda del Pisuerga

Os dejo por aquí una actividad muy recomendable, yo me quedé con las ganas de hacerla, pero desgraciadamente no había disponibilidad. Os dejo por aquí la info en horarios y venta de entradas por si os cuadra.

Horario: Junio: viernes a las 18 horas y sábados, domingos y festivos, también a las 13 horas. Julio: de martes a viernes a las 20 horas y sábados, domingos y festivos, también a las 13 horas. En agosto se suman salidas los sábados a las 18 horas.

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