Nos desplazamos hasta la localidad vallisoletana de Olmedo, famosa por “El Caballero de Olmedo” la tragicomedia escrita por el gran Lope de Vega.

Olmedo es conocido como la villa de los Siete Sietes, en sus calles encontrarás 7 iglesias, 7 fuentes, 7 plazas, 7 conventos, 7 puertas, 7 casas nobles y 7 pueblos en su alfoz. Además de ser también la capital del mudéjar vallisoletano por albergar un gran número de monumentos de este estilo.

Ubicación

El municipio está situado al sur de la provincia de Valladolid (Castilla y León), a unos 47 kilómetros de la capital provincial. Forma parte de la comarca tradicional de Tierra de Pinares.

Cómo llegar

En Medina del Campo abandonar la A-6 para coger la carretera CL-602 que nos lleva directos hasta Olmedo.

Dónde aparcar

Es fácil aparcar en Olmedo, aunque el sitio más recomendable es junto al Parque Temático del Mudéjar, ya que dispone de un enorme parking gratuito.

Qué ver

Parque Temático del Mudéjar

El espectacular Parque Temático del Mudéjar de Castilla y León, que se localiza junto a la murallas, es sin duda, una de las mejores formas de comenzar la visita a la que también está considerada como la capital del mudéjar vallisoletano.

Este parque, que ocupa una extensión de 15.000 metros cuadrados, fue el sueño del pintor y artesano local Félix Arranz Pinto, que se dedicó con ahínco a reunir en este espacio nada menos que 21 réplicas a escala 1:6 y 1:8 de edificios mudéjares de Castilla y de León. La minuciosidad de las reproducciones, realizadas con los mismos materiales que los edificios originales, resulta tan asombrosa como descubrir, por ejemplo, que el castillo de la Mota liliputiense está levantado casi con la misma cantidad de ladrillos que el de verdad. O la bellísima fortaleza de Coca. Sin duda, es una de las colecciones de cualquier tipo más asombrosas que puedes encontrar en Castilla y León con el atractivo añadido de que permite disfrutar de los principales monumentos de este estilo con la misma perspectiva que casi podríamos tener desde un dron, por poner un caso. Un recorrido que se ve aderezado con el triquitraque de los trenecitos, también a escala, que circulan por todo el recinto, así como por el repertorio de  plantas que convierten el parque en un auténtico vergel. Este parque es, sin duda, uno de los lugares a apuntar para disfrutar en familia en cualquier momento. Y, tampoco es casual que se localice precisamente aquí. Como decíamos, Olmedo destaca por la abundancia y calidad de los monumentos de estilo mudéjar que atesora. Entre todos ellos sobresalen como obras cimeras de este estilo en Castilla y León las iglesias de San Miguel y de San Andrés.

Horarios

Lunes a domingo 10:00 a 14:00 y 16:00 a 20:00 h.

24 y 31 de diciembre en horario de mañana de 10:00 a 14:00 h

Cerrado el 25 de diciembre, 1 y 6 de enero.

Tarifas

  • Individual: 4,50 €
  • Jubilados: 3,75 €
  • Niños 6 a 15 años y carnet joven: 3,60 €
  • Niños 0 a 5 años: gratis

Palacio del Caballero de Olmedo

Una estupenda oportunidad, además, para sumergirte en una de las señas de identidad más destacadas de la localidad. Este lugar, que se localiza en la plaza de San Julián, ocupando el antiguo palacio de los Condes de Bornos –también conocida como casona de los Longué,- se ha convertido en el epicentro de la vida cultural y turística de la localidad. Además de en una puerta para viajar de la mano de Lope de Vega (tal cual si estuvieras en el Ministerio del Tiempo) nada menos que al siglo de Oro español. Un viaje lleno de sorpresas, personajes, intrigas, y escenarios fantásticos que se materializa gracias a un atrevido montaje multimedia que, mientras se recorre el interior del palacio, logra por completo atrapar el interés de grandes y pequeños.

Arco de San Miguel y murallas

Muralla de Olmedo

El arco que se abre ante las murallas nos muestra majestuoso un esplendoroso pasado. La repoblación al sur del territorio conocido durante el medievo como la Extremadura duriense, se realiza a través de las comunidades de Villa y Tierra. Esta peculiar organización trajo consigo el amurallamiento de las cabeceras de estas comunidades, así es como surgió este recinto amurallado entorno al viejo núcleo olmedano. De esta época es cuando Olmedo recibe su denominación de villa de los siete sietes, pues poseía siete pueblos de su alfoz, siete arcos de entrada, siete iglesias, siete conventos, siete plazas, siete caños o fuentes y siete casas nobles.

El estilo constructivo de las murallas sigue los esquemas del mudéjar toledano, las cajas de mampostería se separan por hiladas de ladrillo, material que también es usado en los ángulos y en los arcos de entrada a la ciudad.

Arco de San Miguel

Monasterio Madre de Dios

Exterior del Monasterio de la Madre de Dios

Este convento se estableció en las casas donde vivió Doña Francisca de Zúñiga, quien, en febrero de 1528, dos años antes de su muerte, se las cedió a una comunidad de dominicas junto con otros bienes y rentas para su mantenimiento.

La iglesia barroca que hoy posee sustituyó a la primitiva. De ladrillo y hormigón, consta de una sola nave entre contrafuertes cubierta de bóveda de arista y cañón con lunetos. En el crucero se eleva una cúpula sobre pechinas.

Iglesia de San Miguel y Cripta de la Soterraña

Iglesia de San Miguel

El mudéjar hizo de la iglesia de San Miguel la mayor joya artística de Olmedo. Esta construcción guarda en su interior las mejores esencias del arte en ladrillo.

Entrando en el templo sorprende la hermosa perspectiva de esta fábrica. En la nave del evangelio hallamos un magnifico sepulcro en el que se hace patente la convivencia de las tres culturas, islámica, judía y cristiana.

Los alarifes constructores de esta iglesia impregnaron en ella los más significativos rasgos del mudéjar castellano. Así ese efecto de policromía entre el rojo y el blanco viene especialmente marcado por ese yeso resaltado entre los ladrillos.

Iglesia de San Andrés

Iglesia de San Andrés

La iglesia es de una sola nave con portada a los pies rematada por una cabecera semicircular que al exterior conforma un bello ábside que sigue las trazas constructivas y decorativas del mudéjar castellano, en su basamento utiliza la piedra de mampostería sobre el que crea en ladrillo una triple arquería y un delicado entablamento. Su decoración es elegantemente sencilla, los ladrillos se disponen en forma horizontal y vertical para romper esa monotonía de un paramento hecho en ladrillo, su triple arquería ciega hecha en arcos de medio punto sigue los modelos de Alcazarén. El muro del Evangelio se abre una portada en 1559, merced a un arco de medio punto al que se superpone una hornacina rematada en un frontón triangular. 

Iglesia de Santa María del Castillo

Antes de entrar al edificio observamos una portada románica de la primera mitad del siglo XII, cegada en 1720, y también un bello pórtico hecho en el siglo XVII por Francisco Rodríguez, cantero de Cardeñosa (Ávila). Al abrigo de sus soportales en la Baja Edad Media se reunían los sexmeros.

En el siglo XVI, con el gótico tardío sufrió las transformaciones que hoy se observan en el presbiterio y en la portada de los pies hechas en piedra. Las reformas continúan en el siglo XVII y siguientes, así el artista local Tomás de Benavente modifica el cuerpo de la Iglesia y Segundo Cecilia incorpora el Chapitel de la torre y las yeserías barrocas de la capilla mayor.

Convento de Nuestra Señora de la Merced

Convento de Nuestra Señora de la Merced

La iglesia restaurada en los años 80 del siglo XX fue construida entre 1733 y 1766 con una única nave rectangular cubierta con bóveda de cañón con lunetos, capillas hornacinas entre contrafuertes y tribunas sobre las capillas, en el crucero una cúpula sobre pechinas. En su construcción trabajaron Ignacio Aznar, vecino de Nava del Rey y aparejador de Alberto de Churriguera, junto con los olmedanos Segundo Cecilia y Pedro de Benavente. En la sacristía trabajó el arquitecto Jerónimo de la Mejorada Fray Antonio de San José Pontones.

Pero si a su fundación nos referimos nos debemos remontar a 1328-1330. La capilla mayor se realizó en 1495 con el mecenenazgo de los Troche y el de Diego Velázquez y sus sucesores, los Marqueses de Cilleruelo, a partir de 1593.

Mapa con los puntos de interés